HERBARIOS VIAJEROS

HERBARIOS VIAJEROS

Desde la Argentina a Grecia, pasando por Francia o Bélgica. Un constante ir y venir… ¿Cómo puede el artista combinar actividades tan diversas como la artística y la de agricultora, estimulada por las nuevas ideas que la biodiversidad propone?

En mi equipaje hay herbarios, dibujos y acuarelas de plantas recogidas en mis caminatas campestres. Transferidas sobre antiguas sábanas o servilletas encontradas en los roperos de mis abuelas argentinas, están protegidas por un yeso transparente y salpicadas de yeso blanco.

Las sábanas y las servilletas son cosas que se han usado en mi familia a través de diversas generaciones…una forma inconsciente, quizá, de aferrarme a mis raíces…

Es entonces cuando mi búsqueda comienza.   En la biblioteca, en libros y diccionarios del Jardín de Plantas de París donde, pacientemente, prosigo mi investigación. Descripciones de especímenes, ilustraciones de grabados antiguos de esas plantas o de esas flores, antes desconocidas para mí y elegidas impulsivamente, casi por capricho.

Voy de sorpresa en sorpresa descubriendo el universo asombroso, tan hermoso y complejo de la botánica.

Mis herbarios imaginarios no son más que una pequeña contribución, una ofrenda poética para compartir los tesoros de la Naturaleza. La belleza de plantas, semillas y flores. El encanto exquisito de los grabados que le son consagrados.  Esos libros de botánica que viajan desde hace siglos. Todo un universo que debemos proteger.  Acompañan mi camino. Me siguen por doquier.

Cuando llega la hora de irme, enrollo mis telas cubiertas de flores, de mala hierbas o malezas, de bordados, mis sábanas llenas de descripciones botánicas, de grabados, de detalles, de poemas, de nombres en latín y de nombres comunes y corrientes.

Todo el trabajo logrado en el lugar que dejo por un tiempo…con la promesa de volver…

Inés GZ

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